El hada Ayer
lo extrañaba tanto
que llevó al Ahora
a ver el pasado.
Le mostró el castillo
y el bosque encantado
la fuente del siempre
y el árbol de antaño.
Ahora asustado
quería regresar
al hoy o al mañana
para no olvidar.
Pero en ese instante
de nunca jamás
un pájaro de oro
se puso a cantar.
Ayer y el Ahora
se dieron un beso
y se separaron
por orden del Tiempo.
A su gran castillo
este gran señor
al hada Ayer
airado llamó.
-¿Cómo se te ocurre
alterar el tiempo
traer a tu Ahora
soltar los recuerdos?
-Sin mi bello Ahora
-dijo el hada Ayer-
todo este pasado
se moría de sed.
-Pero así es el mundo,
dijo el Tiempo cruel.
-¿Qué no lo sabías
cuando te llamé?
-Yo sí lo sabía
-dijo el hada Ayer-
pero sin mi Ahora
ya ni el mundo es.